Tratamiento de la sepsis

La atención que respalda su recuperación

Cuando tiene una infección, el sistema inmunitario envía glóbulos blancos para combatirla, lo que provoca hinchazón e inflamación. La inflamación es buena en áreas pequeñas durante un breve período; ayuda a que el cuerpo se cure. 

Pero cuando se extiende por todo el cuerpo, la inflamación daña los tejidos e interfiere con el flujo sanguíneo. Su tensión arterial disminuye, lo que daña los órganos. Esta reacción se llama sepsis. 

La sepsis es una afección potencialmente mortal, pero con un tratamiento rápido, la mayoría de las personas sobreviven.

Estar en la UCI

Si tiene sepsis grave, será atendido en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Su equipo de atención puede incluir a un intensivista, un médico especializado en enfermedades críticas, personal de enfermería con conocimientos avanzados y especialistas.

Antibióticos

Los antibióticos intravenosos son la primera opción para tratar la sepsis. El tipo de antibiótico administrado dependerá de dónde comenzó la infección y de qué organismo la esté causando. 

Por lo general, debido a que el organismo específico no se conoce de inmediato y el tratamiento rápido es fundamental, su médico empezará con un antibiótico de amplio espectro que trata muchos tipos de organismos y cambiará a un antibiótico más específico más adelante. 

Su médico puede cambiar su tratamiento a antibióticos orales después de varios días, dependiendo de su afección. Es fundamental continuar tomándolos en función de la totalidad indicada en la receta con el fin de eliminar la infección. 

Líquidos intravenosos

Con la sepsis, la inflamación provoca que los líquidos se muevan desde los vasos sanguíneos hasta los tejidos, lo que crea hinchazón y afecta al flujo sanguíneo saludable. 

Cuando la sepsis haga que su presión arterial baje, recibirá líquidos intravenosos para aumentarla. Los líquidos también pueden proteger los riñones y prevenir la insuficiencia renal. Los riñones son órganos sensibles y necesitan un suministro de sangre constante para funcionar.

Presión arterial

Si su tensión arterial no aumenta con los líquidos intravenosos, es posible que necesite medicación. Su equipo le administrará estos medicamentos por vía intravenosa y le hará una supervisión atentamente. Su médico le colocará un tubo delgado llamado vía arterial en una arteria para comprobar su tensión arterial continuamente.

Apoyo orgánico

La sepsis puede afectar al funcionamiento de sus órganos y puede necesitar ayuda para seguir funcionando. Si se ven afectados varios órganos, existen opciones limitadas de tratamiento y es menos probable que sobreviva. Obtener ayuda pronto es la mejor manera de prevenir la insuficiencia multiorgánica. 

Pulmones

  • Su cuerpo necesita más oxígeno cuando tiene sepsis. Puede recibir oxígeno a través de un pequeño tubo en la nariz o una mascarilla. Si tiene dificultad para respirar, puede necesitar apoyo respiratorio. Un respirador es una máquina que puede ayudarle a respirar a través de un tubo colocado en la garganta. 

Riñones

  • Si sus riñones dejan de producir orina, es posible que necesite diálisis. La diálisis sustituye lo que hacen los riñones al eliminar el líquido extra, equilibrar los electrolitos de la sangre y eliminar las toxinas. El personal de enfermería realiza la diálisis utilizando una vía intravenosa especializada. Puede recibir diálisis de forma intermitente, como cada dos días, o de forma continua durante varios días. 

Otros tratamientos

Su médico puede administrarle otros tratamientos, incluidos:

  • Insulina. La insulina reduce la glucemia. Incluso si no tiene diabetes, su glucemia puede aumentar con una infección grave. 

  • Esteroides. Puede recibir corticosteroides por vía oral o intravenosa para disminuir la inflamación. 

  • Sangre. Es posible que necesite una transfusión de sangre si sus recuentos sanguíneos son bajos. También puede ayudarle con su presión arterial. 

Después de la sepsis

La sepsis es intensa en su cuerpo. Estar mucho tiempo en cama hace que pierda fuerza muscular. 

Algunas personas experimentan efectos a largo plazo. El síndrome posterior a la sepsis incluye hinchazón de las extremidades, fatiga, dolor articular, debilidad muscular y dolor torácico. Estos síntomas pueden durar meses o años. Un programa de rehabilitación puede ayudarle a recuperar la fuerza. Hable con su médico sobre su plan de recuperación posterior a la sepsis.

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